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Existencialismo cósmico

Nov 25, 2021 | 2 Comentarios

Dejo a continuación un nuevo avería dedicado en esta ocasión a la banda sonora de Blade Runner realizada por Vangelis. El cual recomiendo leer escuchando el clásico «Love Theme». Ahí va.

Existencialismo cósmico

Existen pocas bandas sonoras más bellas que la realizada por Vangelis para Blade Runner. El compositor griego fue capaz de captar el Zeitgeist del futuro. Hay artistas como es el caso de Scott Walker, Tuxedomoon o David Bowie que vivieron (o áun lo están haciendo), en cierto modo, en otra era. Otros siglos. Tal vez el XXIII o el XXX. Se encontraban más allá de nuestro tiempo. En un plano abstracto casi fantasmagórico que los convertía en viajeros del tiempo. Espíritus perdidos entre las olas planetarias.

Tengo la impresión sin embargo de que Vangelis sí que se encuentra instalado en nuestro presente. Entre el siglo XX y el XXI. Y que su gran mérito radica en haber vislumbrado técnica y, sobre todo, poéticamente el sonido del futuro. Haciéndolo con tal capacidad de intuición que dentro de varias centurias, continuará siéndolo. Ante todo, por lo quirúrgico y preciso que fue al captar la melancolía y la tristeza eternas. La impresionante manera en que supo extraer aflicción y nostalgia gracias a la sabia utilización de sintetizadores como el famoso Yamaha CS-80 o el Roland VP-330 Vocoder Plus. Que, junto al Prophet 10, el Linn 1 y el Yamaha GS-1 le ayudaron a crear un hondo magma sonoro lleno de mágicos y letánicos efectos que aún continúa conmoviendo a cualquiera que escuche esta banda sonora parecida a un murmullo astral.

Vangelis y Scott se conocían del mundo de la publicidad. Al director le fascinaban las melodías con las que el compositor griego era capaz de ilustrar cualquier tipo de imágenes. Creando atmósferas de inefable belleza. Y Vangelis admiraba el brío estético de los anuncios dirigidos por Scott y de sus filmes. De una manera u otra, estaban destinados a entenderse aunque en principio, el nombre que sonaba para Blade Runner era Jerry Goldsmith. Quien había ilustrado perfectamente la sensacion de violento horror cósmico que Scott deseaba transmitir en su Alien.

Vangelis contempló una de las primitivas tomas de Blade Runner sin sonido. Pero eso le bastó para quedar asombrado. Puesto que -a diferencia de unos cuantos productores, críticos y miembros involucrados en el rodaje- captó instataneámente la grandeza y belleza del filme. Se quedó impresionado con el aspecto salvaje, confuso y humano de los replicantes, los avasalladores decorados y la atmósfera sucia y decadente pero profundamente moderna de la megalópolis allí filmada y de múltiples escenas. La mezcla perfecta entre un lienzo de Edward Hopper y un cómic de Enki Bilal.

Para Vangelis fue realmente un imperativo ético trabajar profundamente en lograr una banda sonora a la altura de lo que había observado. Y no caben muchas dudas de que logró el objetivo. Su banda sonora es un delirio cósmico. Es una lágrima sideral. Un rezo celeste. Una reflexiva aventura futurista en la que la oscuridad y la luz se fusionan por momentos, en otros combaten y a veces se separan desesperadamente.

Vangelis consiguió captar la sensación de transitoriedad apocalíptica. Transmitió perfectamente el rotar de un mundo que se está extinguiendo. La belleza de lo que muere, de lo que se avalanza lentamente a su fin, pero aún no lo ha hecho. Y en la medida en que continúa vivo, emite radiaciones, sentimientos más puros e intensos. Frágiles, sí, pero con una firme voluntad de perpetuarse en el tiempo.

Cada escena del filme de Scott se encontraba recubierta de todo tipo de capas de colores y pigmentos arquitectónicos. Y eso también ocurría en su banda sonora. En la que cada tema se encontraba lleno de recovecos sonoros. Abundantes flujos y capas instrumentales que convertían a la soledad en una sensación universal. Un grito ahogado en medio de una hecatombe con el que todos podíamos identificarnos.

Debido a los problemas que Vangelis tuvo primero con las exigencias y caprichos estéticos de Scott y posteriormente, con la Warner, su banda sonora no se publicó oficialmente hasta 1994 y existen diversas versiones de la misma. De las cuales yo concretamente recomendaría la lanzada en 2011; 29 años después del estreno del filme. Sobre todo, porque creo que esta banda sonora es mucho más que un disco. Es una experiencia. Y poder escuchar diversas versiones de los temas originales así como las sinuosas e inquietantes atmósferas que fueron compuestas para la película y, en algún caso, no se incluyeron, permite calibrar el porqué, vuelvo a insistir, esta obra es mucho más que un disco. Es un estado de ánimo. Una sinfonía cósmica que sirve tanto para tomar el pulso a nuestro distópico presente como al incierto futuro que se vislumbra en el horizonte. Es, sí, un zarpazo urbano y astral eterno. Shalam

الحياة إنه مثل ركوب قارب يبحر إلى البحر وسيغرق

La vida es como montarse en una barca que va a navegar al mar y se va a hundir

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1ºimagen….magnificos…….los 7 magnificos…..
    2ºimagen…..no quiero pero tengo que «retirar» a estos dos fichajes……..
    3ºimagen…..a mozart le hubiera gustado este «mogollon»…………….
    4ºimagen……»documentos t.v.»(cabecera)………..
    5ºimagen…..escaleras aereas……(piramides truncadas)…(siempre lloviendo)
    PD….a mi me hizo el mismo efecto el «blade runner»1982(en t.v.) que el «aguirre»1972(en cine de verdad)…fuerte…
    el efecto es similar a como salir de la zanja….sonrisa……
    https://www.youtube.com/watch?v=1u7vzaqITMA…popol vuh…lacrime di rei….

    Responder
    • Alejandro Hermosilla

      1) Un cartel sobre un episodio de Star Wars alternativo. Han solo parte sin Luke. 2) Han Solo descubre la ambiguedad del bien y el mal. El lado oscuro también es el luminoso. 3) Ensayando notas de la banda sonora de «El resplandor». 4) Yo ya soy Jack Nicholson. 5) Imagen de ciudad azteca recreada en México DF en el futuro. PD: Vaya. No se me hubiera ocurrido nunca comparar a Aguirre con Blade Runner pero entiendo la conexión sentimental. El mundo devastado por una conciencia anomala. El hombre sin Dios arrojado a la interperie.

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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