Las 1001 noches siempre sorprenden y deleitan. Revisando el libro, me encuentro un pasaje subrayardo perteneciente a la noche 15 que me obliga a preguntarme si Franz Kafka leyó el inmortal compendio de historias árabes o si es posible utilizar el, por otra parte, «gastado» adjetivo kafkiano a ciertos textos de la antigua y ancestral literatura.
Creo que las palabras hablan por sí mismas y no haré más comentarios. Si me dijeran que este pasaje se encuentra en cualquiera de los cuentos del escritor checo, me lo creería: «El enorme buitre llamado Rokh, capaz de arrebatar un elefante, te levantará hasta las nubes, tomándote por un carnero de veras, y para devorarte te llevará a la cumbre de una montaña muy alta, inaccesible a todos los seres humanos». Shalam
Desde que leí el relato de Jorge Luis Borges "La lotería en Babilonia" una madrugada en que, por más esfuerzos que hacía, no conciliaba el sueño, no...
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