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Submarinos (3)

Abr 8, 2022 | 2 Comentarios

Dejo a continuaciónun nuevo avería sobre submarinos. El cual recomiendo leer escuchando el tema central compuesto por Richard Smith para la versión fílmica llevada a cabo por Fleischer de 20.000 leguas de viaje submarino.

Por cierto que si alguien desea leer el primer avería dedicado a submarinos puede hacerlo aquí:

http://www.averiadepollos.com/submarinos-1/

Y si desea leer el segundo, puede pinchar en el enlace siguiente:

http://www.averiadepollos.com/submarinos-2/

Submarinos (3)

Existen ciertos libros que poseen un magma especial. Entre ellos, por supuesto, se encuentra 20000 leguas de viaje submarino. Estoy prácticamente seguro por cierto de que Thomas Pynchon se inspiró en la escena del gigantesco pulpo que aparece en la novela de Verne para componer la célebre protagonizada por un enorme crustaceo en El arco iris de la gravedad. Puedo imaginarme de hecho a Pynchon de niño leyéndola con aire recontrado y perverso comenzando a concebir una escena que, a tono con su libro, confundiría las expectativas de lectores de medio mundo.

Yo tuve la suerte de leerla en una edición cuya portada mostraba imágenes de la deliciosa versión cinematográfica llevada a cabo por Richard Fleisher. Recuerdo días después pasearme por la playa en dirección a la pequeña zona rocosa que se encuentra en La Plaza Bohemia con la vista puesta en el faro de Cabo de Palos seguro de que, en cualquier momento, iba a aparecer el Nautilus. Una embarcación que me fascinó.

Según parece, Julio Verne basó su diseño exterior en unos moluscos cefalópodos de la familia Nautilidae. Así que probablemente, su submarino no es, como algunos creen, un homenaje velado al Nautilus creado por Robert Fulton en 1798. Un sumergible capaz de permanecer ocho metros bajo tierra durante 24 horas. En cualquier caso, no fueron únicamente su diseño exterior y su extraordinaria movilidad los rasgos que me sedujeron del submarino sino su biblioteca, su salón o los cristales a través de los que se contemplaba la fauna marina. Ante todo, porque eran símbolos, vestigios de una civilización que la presencia amenazante de la nave cuestionaba.

El Nautilus era una nave moderna. Poseía una tecnología que invocaba el futuro advenimiento de la energía nuclear completamente protagónica en El arco iris de la gravedad. Era una máquina capaz de viajar a los últimos confines de los Polos, los escasos lugares aún desconocidos para el ser humano, pero también de destruir los más familiares con tan sólo pulsar unos cuantos botones. Era, en cierto sentido, el Génesis y el Apocalipsis de las máquinas bélicas. Una mezcla entre un monstruo y un artefacto civilizado. En cualquier caso, aún conservaba el romanticismo de épocas remotas. Poseía un aroma oriental que retrotaía a las viejas embarcaciones del pasado y, ciertamente, a pesar de ser una fehaciente amenaza, en realidad, representaba también la posibilidad del reencuentro con civilizaciones perdidas. Algo que entendieron muy bien diversos cineastas y realizadores televisivos que llevaron a cabo productos no exentos de encanto como La ciudad de oro del Capitán Nemo o Viaje a la Atlántida del Capitán Nemo.

No obstante, aún más que el Nautilus, la atracción y protagonismo de la obra recaía, sin dudas, en el capitán Nemo. El verdadero motor de Veinte mil leguas de viaje submarino. Pues todo en la novela de Verne dependía de él. Incluso por momentos el destino de la humanidad. De hecho, hasta los tiburones parecían respetarle. Sentirse cohibidos por su aura. Esos silencios, esas miradas profundas y perdidas, su talante extremadamente respetuoso y sagaz unido a cierta pesadumbre y remordimientos que abrían compuertas a un pasado inescrutable que cada uno de los pliegues de su frente, además de su mirada adusta y tormentosa, dejaba entrever como traumático. Nemo era un hombre culto sometido a todo tipo de pasiones e instintos que generaban un cúmulo de sensaciones contradictorias. Era un déspota de la nobleza y la verdad. Un asesino elegante con principios más rígidos y fuertes que el común de los mortales, capaz con su sola presencia de provocar más incertidumbre y asombro que el fondo de las aguas.

Lamentablemente la mente racionalista de Julio Verne se sintió obligada a explicar su origen. El interés y misterio que habían generado su soberbia figura forzaron al escritor francés a hacerlo reaparecer al final de La isla misteriosa y desvelar capítulos esenciales de su biografía antes de hacerlo desaparecer para siempre. Resulta curioso pero por una de estas paradojas del mundo moderno, una obra que invocaba el misterio desde su título, terminaba por desentrañar una de las mayores incógnitas literarias de su época.

Cinco años escasos (entre 1870 y 1875) transcurrieron entre la aparición y desaparición del capitán Nemo y puede uno imaginarse a miles de lectores interrogándose una y otra vez por él. Fascinados por su magnetismo que, de alguna forma, fue opacado, oscurecido en La isla misteriosa a medida que confesaba a quienes lo escuchaban, las motivaciones de una vida sin igual, extraordinaria y radicalmente distinta, pero que hubiéramos preferido no saber porque la esencia de la literatura es el desconocimiento. Y durante un lustro, Nemo fue el no-saber. Una acuarela por rellenar. Magia elegante y suntuosa.

Por cierto que el final de Nemo fue absolutamente consecuente con su vida y las visiones del inframundo de diversas tribus ancestrales. Puesto que, previo a la explosión volcánica que enterraba bajo escombros la isla donde se hallaba, había convertido al Nautilus en su cripta. Una tumba muy adecuada para enfrentar los peligros del más allá. Shalam

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No hay peor olor que el que despide la bondad corrompida

2 Comentarios

  1. andresrosiquemoreno

    1ºimagen…guapisimo submarino «modernista», los nervios son tejas de las construcciones de a.gaudi……la segunda parte es el «calamar a la romana)……
    2ºimagen…..guapisimo submarino de la ii mundial….todo…. hasta los tirantes tendederos hasta proa y popa….
    3ºimagen…nautilus «chupaeros»(homenaje a los caracoles populares del mismo nombre, con tomate)…..sonrisa…
    4ºimagen…..la contradiccion superficie-inmersion….dos submarinos atacandose…….¡hala!…….
    5ºimagen…..no se porque motivo pero veo a j.mason siempre como el interprete de «lolita»…….
    6ºimagen……ay! lolita, como me flipas…..
    PD…..https://www.youtube.com/watch?v=caOA14FIMGA…..esta cancion le gustaria bastante al j.mason «lolitero»

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    • Alejandro Hermosilla

      1) El pulpo es un monstruo persiguiendo a una nave por el espacio. Filme de serie B. 2) Creo que este submarino es el del famoso filme. Tendría que revisarlo. «Muralla en medio del mar para contener el avance del mar en las playas». 3) Diapositiva puesta en una clase. Los alumnos son viajeros del espacio que analizan cómo eran los mares antes de la Catástrofe. 4) Otro cartel de película de ciencia ficción. En este caso, una versión de serie Z inspirada en Battlestar Galactica. 5) Barón elegante de un castillo en medio del mar. Su intención es dominar el mar como a sus súbditos. 6) «El horror, El horror». PD: Sin dudas que le gustaría al Manson lolitero. También a cualquier con cierto buen gusto..jajaja

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Autor: Alejandro Hermosilla

Mi nombre (creo) es Alejandro Hermosilla. Amo la escritura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont.

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